1. El Tiatordos (1.951 m.)
Pero para llegar a disfrutar de esta espectacular vista -poco apta para quienes padecen vértigo- y de una buena panorámica del Macizo del Cornión (Picos de Europa), antes tendremos que salvar 1.200 metros de desnivel. La subida no tiene mayores dificultades técnicas, aunque se hace dura en algunos tramos por la fuerte pendiente, especialmente en la Foz de Palombar y en la última parte de la ascensión.
La bajada la podemos hacer atravesando uno de los hayedos más sugerentes de Redes, el de Pandellanza, y siguiendo por la mayada Llagu, la de Recuencu y la Foz de Congostin. Incluso desde Llagu se puede intentar hacer cumbre en el Maciédome (después te hablamos de él) en el mismo día. Eso sí, con tiempo y buena forma física.
2. El Retriñón (1.862 m.)
Accesible tanto en verano como en invierno sin necesidad de elevados conocimientos técnicos, sólo se precisa una buena forma física y la lógica precaución para alcanzar su cima.
3. El Cantu l'Osu (1.793 m.)
La pista de acceso a Brañagañones es transitable por vehículos todo terreno con autorización del Parque; si no tenemos buena preparación física para superar los más de 1.000 m. de desnivel total hasta la cima del Cantu LÓsu, recomendamos subir hasta la Vega en uno de los taxis de Redes. Si tenemos tiempo, una vez coronado, podemos alcanzar otra notable cumbre de la Sierra de Príes: el Porrón de la Cerrosa.
4. El Torres (2.104 m.)
El desnivel total es elevado para quienes no estén de "patear" el monte, son casi 1.600 m., pero la ruta discurre por desfiladeros, hayedos, mayadas, puertos, lagunas, roca...todo un espectáculo para los sentidos que merece la pena.
5. El Maciédome (1.899 m.)
6. El Campigüeños (1.831 m.)
Como ya comentamos, si eres de los que está en buena forma, puedes hacer cumbre en el Maciédome y el Tiatordos el mismo día, recorriendo el espectacular hayedo de Pandellanza que los separa y que une la mayada del Tiatordos y la Collada Llagu.
Desde ahí, al Collau Campigüeños (de espectaculares vistas) donde podemos desviarnos para hacer cima en La Carasca (1.744 m.) antes de volver sobre nuestros pasos y afrontar las últimas subidas a esta montaña. Si hacemos la bajada atravesando el bosque de hayas de Purupintu y el valle del rio Enmediu, la jornada será perfecta.
7. El Requexón de Valdunes (1.565 m.)
Ideal para una jornada de montaña no demasiado exigente recorriendo bosques y pastizales. Y si eres de los que te gusta patear y te sabe a poco, al otro lado de la vega Llagos tienes otra montaña que tampoco te querrás perder, el Picu la Senda, de 1.705 m. y desde la que puedes bajar al pueblo de La Foz para volver caminando por carretera al punto de partida.
8. El Remelendi (1.889 m.)
Desde la cumbre accedemos a la Sierra del Mongayo, que podemos recorrer sin grandes desniveles y nos da varias opciones para realizar una ruta circular y no volver por el mismo sitio: la más frecuente y fácil es bajar al Puerto de las Señales y regresar al Puerto de Tarna por carretera.
Pero para los más intrépidos, está la posibilidad de ir hasta el pico la Bardera y bajar al Tabayón del Mongayo finalizando en el pueblo de Tarna; o, si eres un crack, puedes recorrer todo el cordal del Mongayo hasta llegar al Collau Arenas y de ahí pasar a la sierra de Pries para bajar a la Vega de Brañagañones y acabar en el pueblo de Bezanes. En estos casos hay que disponer de transporte para regresar al punto de partida (además de tener piernas de acero).
9. La Peña el Viento (2.000 m.)
Pero la mejor experiencia es superar los más de 1.300 metros de desnivel que tiene esta montaña en la ascensión por su vertiente norte, en el Parque de Redes. Parte del pueblo casín de Bezanes y comparte ruta con la subida al Cantu l'Osu hasta la Vega de Brañagañones, donde hay que desviarse para subir a otra mayada, la de Valdevezón, justo debajo de la Peña. Allí veremos el empinado valle por el que subiremos y que tras crestear, nos lleva a la cima. Las vistas del Parque de Redes desde la cumbre de la Peña el Viento son espectaculares.
10. El Cuyargayos (1.389 m.)
Desde aquí -con una fácil trepada- se llega a la cima tras haber superado un desnivel total de 1.000m. Para descender, aconsejamos hacerlo siguiendo la foz del río Nozalín que nos dejará de nuevo en Soto.
El trayecto no deja indiferente por su variedad: amplias praderías, bosques con enormes hayas centenarias, zonas rocosas y profundas "foces". Todo un regalo en un pequeño espacio.